Cada vez que hablo con empresas del sector logístico, de transporte o de automoción, hay un tema que se repite una y otra vez: la dificultad para encontrar personas que quieran trabajar en este mundo. Y no me refiero solo a los puestos de conducción o almacén. También cuesta encontrar personal técnico, gestores de operaciones, personal de planificación… en definitiva, talento en todos los niveles.
Esta semana, una encuesta ha puesto números a algo que muchos ya sabíamos por experiencia. Un 84% de las empresas de este sector reconocen que tienen problemas serios para encontrar profesionales. Y ese dato, sinceramente, debería hacernos reflexionar a todos.
¿Por qué cuesta tanto encontrar talento?
Desde mi punto de vista, el problema es complejo. No hay una sola razón que explique esta falta de personal, sino varias. Y todas tienen que ver con cómo vemos y tratamos el trabajo logístico.
Para empezar, es un sector que, aunque es esencial para que todo funcione —porque sin transporte y logística, literalmente nada llega a su destino—, muchas veces no se valora lo suficiente. Es un trabajo que puede ser duro, con horarios complicados, presión constante por los tiempos de entrega y mucha responsabilidad.
Eso hace que muchos jóvenes no lo vean como una opción atractiva. Prefieren otros sectores donde creen que tendrán mejores condiciones o más posibilidades de crecimiento. Y mientras tanto, las empresas no siempre hacen lo necesario para mostrar las oportunidades reales que hay dentro de este mundo.
La brecha generacional
Otro de los grandes retos que tenemos es la edad media de las plantillas. Hay muchos profesionales que llevan años trabajando, con mucha experiencia, pero que en los próximos años se jubilarán. Y no está claro quién ocupará su lugar.
Esto lo vemos, sobre todo, en los puestos de conducción. Faltan conductores, y los que hay, en su mayoría, tienen más de 50 años. Eso significa que dentro de poco tiempo habrá un hueco enorme que cubrir… y no hay suficientes personas jóvenes interesadas en cubrirlo.
Además, hay una brecha digital clara. Las nuevas tecnologías están cambiando la forma de trabajar en logística. Pero para aprovecharlas bien, necesitamos personas formadas, con ganas de aprender y adaptarse. Y muchas veces, cuesta encontrar perfiles que combinen conocimientos técnicos con capacidad operativa.
Lo que piden las empresas
Según esta encuesta, lo que más preocupa a las empresas es no encontrar candidatos con experiencia (61%) y que haya muy pocos interesados en estos puestos (59%). También mencionan como problema la falta de formación adecuada y las condiciones laborales que se pueden ofrecer.
Aquí es donde creo que todos, desde el sector privado hasta las administraciones, tenemos que hacer algo. No podemos simplemente quejarnos de que no hay talento. Hay que generar las condiciones para atraerlo.
¿Qué soluciones podemos aplicar?
Desde mi experiencia, hay varias líneas de acción claras:
🟢 Mejorar la imagen del sector
Muchas personas no conocen realmente qué se hace en logística. Asocian este mundo solo a camiones y almacenes, pero hay mucho más. Hay planificación, estrategia, innovación, tecnología… Hay que contar eso. Hay que explicar que es un sector clave, con impacto real y donde se pueden hacer cosas muy interesantes.
🟢 Formación adaptada a la realidad
Muchas veces, la formación que se ofrece no está alineada con lo que las empresas necesitan. Hay que trabajar juntos: empresas, centros de formación y universidades. Que los cursos estén pensados de verdad para preparar a los alumnos para el trabajo real.
🟢 Mejores condiciones laborales
Esto es básico. Si queremos atraer talento, tenemos que ofrecer buenas condiciones: salarios competitivos, horarios razonables, posibilidades de crecer dentro de la empresa. No basta con pedir compromiso. Hay que dar motivos para que las personas quieran quedarse.
🟢 Más presencia en ferias, institutos y universidades
Es importante que las empresas salgan a buscar talento donde está: en los centros educativos. Hay que ir, contar lo que hacen, ofrecer prácticas, hacer charlas. Que los jóvenes vean que este sector puede ser una gran opción para su futuro.
🟢 Uso inteligente de la tecnología
La automatización y la digitalización pueden ayudar a reducir la presión sobre los equipos. Pero también pueden ser una forma de atraer talento que se sienta cómodo trabajando con tecnología. Aquí hay una oportunidad clara de modernizar la imagen del sector.
🟢 Casos concretos y buenas prácticas
En la encuesta también se mencionan algunos ejemplos de cosas que ya están funcionando. Hay empresas que han lanzado programas internos de formación para nuevos empleados. Otras que están mejorando sus planes de carrera para que las personas no solo entren, sino que se queden y crezcan.
También hay quienes están apostando fuerte por la conciliación, permitiendo horarios más flexibles o turnos que faciliten la vida familiar. Estas pequeñas cosas marcan la diferencia. Y cuando se comunican bien, ayudan mucho a atraer talento.
¿Y si no hacemos nada?
Lo peor que podemos hacer ahora es quedarnos de brazos cruzados. Porque si no cambiamos nada, el problema solo irá a peor. Menos personal significa más presión para los que están. Más errores. Más retrasos. Más frustración.
Y eso, al final, afecta al servicio, a los clientes y al negocio. La logística es una pieza fundamental para la economía. No podemos permitirnos que se frene por falta de personas preparadas.
Conclusión
Estamos en un momento clave. El sector logístico necesita talento como nunca. Y para conseguirlo, tenemos que cambiar la forma en la que lo buscamos, lo formamos y lo cuidamos.
Veo cada día cómo la transformación digital puede ayudar a mejorar procesos y resultados. Pero también sé que ninguna tecnología funciona sin personas. Por eso, apostar por el talento no es una opción: es una necesidad.
La buena noticia es que hay margen para hacerlo bien. Hay ideas, hay voluntad y hay muchas empresas que ya están dando pasos en la buena dirección. Solo hace falta que ese esfuerzo sea conjunto, constante y que se comunique bien.
Porque al final, de lo que se trata es de algo muy simple: hacer que trabajar en logística sea algo que motive, que inspire y que merezca la pena. Y eso, estoy convencido, es posible.