En la Comunidad de Madrid han encontrado una forma creativa, útil y muy práctica de aprovechar algo que ya tienen: el metro. Sí, el mismo metro por el que la gente viaja todos los días.
Ahora lo van a usar también para algo nuevo: repartir paquetes. Y lo mejor de todo es que no molestará a nadie.
Te cuento cómo, por qué y qué beneficios tiene esta idea, que ya está en marcha y se llama “Última Milla”.
¿Qué es esto de la “Última Milla”?
La “última milla” es un concepto que usamos mucho en logística. Básicamente, es el último tramo del viaje que hace un paquete desde que sale del almacén hasta que llega a su destino. Es decir, desde que lo recoge la furgoneta hasta que te lo entregan en la puerta de casa o en tu oficina.
Ese tramo suele ser el más complicado. Porque hay tráfico, atascos, contaminación y un montón de furgonetas dando vueltas por la ciudad para repartir. Pues bien, ahora el metro de Madrid va a ayudar con esa parte del trabajo.
¿Qué ha hecho la Comunidad de Madrid?
La Comunidad de Madrid ha tomado una decisión importante: ha cambiado los estatutos sociales de Metro de Madrid, que es como decir que ha actualizado lo que legalmente puede hacer el metro. Hasta ahora solo podía mover personas, pero con este cambio también podrá encargarse de mover paquetes.
Y no lo hará en cualquier momento. Lo hará en horarios específicos, donde los trenes circulan sin viajeros. Así no se mezclan los repartos con los viajes de las personas. Por ejemplo:
En la Línea 3, los paquetes se moverán entre las 5:00 y las 6:00 de la mañana.
En la Línea 12 (MetroSur), será entre las 19:00 y las 21:00 de la noche.
Todo esto empezará en el último trimestre de este año, y si funciona bien, se irá ampliando poco a poco a otras líneas.
¿Cómo va a funcionar?
Lo mejor de este proyecto es que no interfiere con los pasajeros. Los paquetes se moverán cuando el metro no esté en uso por los viajeros. Se aprovecharán instalaciones que hoy están vacías para almacenar temporalmente la mercancía. Desde ahí se organizará su reparto, pero sin furgonetas.
¿Cómo se hará entonces? De forma sostenible:
A pie, cuando se pueda.
Con cargobicis, esas bicis grandes que llevan una especie de caja o remolque.
Es decir, nada de humo ni ruido, solo medios limpios y silenciosos.
¿Qué tipo de paquetes se van a mover?
Aunque no se ha detallado el tipo exacto, estamos hablando de paquetería común: lo que compramos por internet, pequeños envíos de tiendas, documentos, productos de uso habitual… cosas que caben en una mochila o una caja pequeña.
Y no son pocos. Según las estimaciones, se podrán mover hasta 5.000 paquetes al día. Imagina cuántas furgonetas menos circularán por el centro si eso se hace bajo tierra, por vías que ya existen.
¿Por qué esto es tan importante?
Esta medida tiene varias ventajas claras. Y te las explico sin palabras raras:
Menos contaminación: si se quitan 700 furgonetas al día de las calles, eso es aire más limpio. No es un cálculo teórico, es una estimación real basada en las pruebas piloto que ya se hicieron en las líneas 3 y 12.
Menos tráfico: si hay menos vehículos dando vueltas, hay menos atascos, menos ruido, menos accidentes. Madrid respira.
Más aprovechamiento de lo que ya existe: no hay que construir nada nuevo. El metro ya está ahí. Solo hay que darle un uso extra en horas valle, cuando no se está utilizando para llevar personas.
Modernización del sistema público: estamos hablando de un transporte público que ahora también ayuda a que el comercio funcione mejor. Eso es evolucionar sin necesidad de gastar más.
Mayor eficiencia logística: al usar el metro como canal de distribución interna de mercancías, se agiliza todo el proceso. Y lo que llega antes, contamina menos.
¿Y esto es seguro?
Totalmente. El transporte de paquetería se ha diseñado para no molestar, no interrumpir y no generar conflictos con los viajeros. Se hace fuera del horario habitual, en condiciones controladas y con sistemas ya probados. De hecho, antes de lanzar esto oficialmente, la Comunidad de Madrid hizo pruebas piloto exitosas en ambas líneas.
Se estudiaron aspectos técnicos, económicos y operativos. Y el resultado fue positivo. Eso permitió dar el paso final de modificar los estatutos de Metro de Madrid para que esta actividad esté regulada y legalmente permitida.
¿Quién reparte los paquetes?
Aunque el metro se encargará del traslado interno por las vías, la distribución puede hacerse de dos formas:
Por el propio personal autorizado del Metro.
O en colaboración con otras empresas logísticas que se sumen al proyecto.
Esto permite que el sistema sea flexible, que se adapte a las necesidades de cada día y que haya colaboración público-privada si es necesario.
¿Y si esto se extiende?
Ese es el objetivo: empezar con dos líneas, evaluar el impacto, y luego ampliarlo al resto de la red. Piensa en todo lo que se podría lograr si este sistema funciona en las 12 líneas de metro que tiene Madrid.
Estamos hablando de cambiar por completo la forma en la que entendemos la distribución urbana. Y todo eso sin tocar una sola calle, sin levantar aceras, sin molestar a nadie.
Conclusión
Pocas veces se consigue tanto con tan poco. Esta medida es un ejemplo claro de cómo la innovación no siempre es hacer cosas nuevas, sino usar lo que ya tienes de otra manera.
Mover paquetes por el metro no solo es lógico, es necesario. Porque estamos en una ciudad que cada día recibe miles de pedidos online. Y si no cambiamos cómo los movemos, vamos a seguir llenando las calles de furgonetas.
Lo que ha hecho la Comunidad de Madrid no es solo una mejora operativa. Es una decisión inteligente que mezcla sostenibilidad, logística moderna y transporte público. Ojalá otras ciudades tomen nota y se atrevan a dar pasos similares.
El tiempo pondrá esta solución en su sitio y nos dirá si ha sido buen o no.....