Hay momentos del año en los que todo cambia. Y en logística, el verano es uno de ellos. Mientras para muchos esta época es sinónimo de vacaciones, para las empresas que gestionan campañas promocionales y eventos, representa uno de los periodos más intensos. Y es justo ahí donde entra en juego el papel de un socio logístico como Staci, que no solo se adapta al cambio de ritmo, sino que se anticipa a él.
En este artículo quiero explicarte, de forma clara y sencilla, cómo esta compañía ha preparado su operativa para que todo funcione con agilidad, precisión y sostenibilidad en pleno verano.
El verano: una ola de campañas y compras
Durante el periodo estival, las marcas lanzan más campañas, organizan más eventos y activan más promociones. Esto provoca un aumento notable en la actividad logística. Según los datos del sector, durante esta época:
El gasto medio por familia sube un 9,5 %.
El número de productos comprados crece más de un 10 %.
Los actos de compra también aumentan significativamente.
Todo esto se traduce en más envíos, más preparación de pedidos, más exigencia en los tiempos y más necesidad de organización.
Un enfoque basado en la previsión
Staci ha actuado con inteligencia. En lugar de esperar a que llegue el pico de demanda, ha planificado todo con antelación. Con más de 54.000 metros cuadrados de superficie logística entre Madrid y Barcelona y un equipo de 180 profesionales, han trabajado durante semanas en diferentes escenarios.
Esta previsión incluye variables como:
Las jornadas reducidas propias del verano.
La rotación de personal por vacaciones.
La congestión de rutas por tráfico o restricciones.
Gracias a este enfoque, pueden ajustar los recursos en tiempo real sin perder calidad en el servicio, incluso en los momentos más críticos.
La clave: adaptarse y anticiparse
Como bien dice Tomás Antoranz, CEO de Staci en España:
“Cuando cada día cuenta, tener un socio logístico que entiende el ritmo del negocio y se anticipa a sus necesidades marca la diferencia”.
Y tiene razón. No se trata solo de mantener la operativa. El objetivo es subir el nivel de servicio para que las marcas puedan concentrarse en lo suyo: conectar con su audiencia, lanzar sus campañas y lograr impacto.
Tecnología que acompaña, incluso en la playa
Una de las herramientas que está siendo clave en esta temporada es la plataforma digital E cats. Gracias a ella, los clientes pueden:
Monitorizar sus campañas en tiempo real.
Consultar el estado de sus envíos.
Saber el stock disponible.
Tomar decisiones sobre la marcha, desde cualquier lugar.
Y cuando digo desde cualquier lugar, lo digo literalmente: incluso desde una oficina improvisada en la playa o mientras se viaja por trabajo.
Esto da tranquilidad. Saber que todo sigue bajo control, aunque el entorno cambie, es una ventaja muy valorada en épocas de alta demanda.
Soluciones a medida para cada cliente
Otro punto fuerte del modelo de Staci es su capacidad para adaptar los procesos logísticos a la naturaleza de cada campaña. No todo vale para todos. Por eso, ofrecen soluciones específicas como:
Picking personalizado según tipo de producto.
Copacking para promociones o productos combinados.
Montaje de kits adaptados a eventos, lanzamientos o promociones multicanal.
Estos kits pueden incluir desde productos de alta rotación, hasta elementos refrigerados o materiales promocionales con fechas y lugares de entrega muy precisos. Todo pensado para que el cliente no tenga que preocuparse por los detalles logísticos.
También importa lo que vuelve: logística inversa eficiente
Después de cada campaña, hay materiales que deben recogerse, clasificarse y, si es posible, reutilizarse. Aquí entra en juego la logística inversa, otro punto en el que Staci ha puesto el foco.
Han optimizado todo el proceso para que:
Se mantenga la trazabilidad total del material.
Se aproveche al máximo lo que puede reutilizarse.
Se genere información útil para mejorar futuras campañas.
Este tipo de enfoque no solo reduce costes, también es más respetuoso con el medioambiente.
La última milla, ese tramo decisivo
Cuando hablamos de logística, la última milla —ese tramo final en el que un envío llega a su destino— es muchas veces el más complicado. Y en verano, lo es aún más:
Hay restricciones de tráfico en ciudades.
Aumentan las ausencias en puntos de entrega.
Se reducen los horarios en muchas empresas y locales.
Para afrontar esto, los equipos de planificación de Staci ajustan rutas y condiciones constantemente. Se aseguran de que los materiales lleguen donde y cuando se necesitan, sin excusas.
Y todo esto lo hacen con un enfoque sostenible:
Usan rutas más eficientes para evitar trayectos innecesarios.
Emplean embalajes responsables con el entorno.
Diseñan procesos que reducen la huella ambiental sin perder eficacia.
Formación específica para una temporada exigente
La clave de todo esto no solo está en la tecnología o en las instalaciones. También está en las personas. Por eso, Staci ha invertido en formación específica para sus profesionales, enfocada en los desafíos que plantea esta temporada alta.
Así se aseguran de que cada persona, desde el almacén hasta el área de atención al cliente, esté preparada para responder con agilidad, precisión y actitud.
Un modelo basado en la especialización y la cultura de servicio
Lo que más destaca en todo este enfoque es una cultura clara: hacer bien las cosas, incluso en los momentos más exigentes. Y eso se nota en cada acción que ejecutan, en cada campaña que entregan y en cada cliente que confía en ellos.
Porque al final, lo que diferencia a un buen proveedor logístico de uno excelente no es solo que cumpla con los envíos. Es que te dé tranquilidad, seguridad y resultados, incluso cuando todo se acelera.